Merece la pena detenerse un momento en nuestra ruta por la Serranía de Cuenca para asomarse al Júcar desde este capricho de la naturaleza que el hombre ha dado en llamar "El Ventano del Diablo". Desde las alturas se puede ver el río en la lejanía, y más alto aun el canal de la central hidroeléctrica de Villalba de la Sierra, que ya de por sí constituye una ruta que nos conducirá hasta Uña.