Bisonte Europeo
¿Bisontes en el Pirineo Aragonés?
SÃ, pese a que la primera imagen mental que puedas asociar a este imponente animal sea la pradera del oeste americano, son numerosos los hechos que atestiguan su presencia en la PenÃnsula Ibérica. En pinturas rupestres, como la de las cuevas de Altamira, nuestros antepasados representaron a este gran mamÃfero, y algunas excavaciones de fósiles, como las de Atapuerca, también confirman su presencia.
En el resto de Europa, la localización de bisontes en libertad es más ‘reciente’ que en España. Se conoce su caza en Transilvania desde el siglo XVII. Quedaban entonces sólo dos reductos de ejemplares salvajes: uno en el macizo forestal de Bialowieza, entre Polonia y Rusia, y otro en el Caúcaso Occidental.
Los estragos de la Primera Guerra Mundial y la caza acabaron de exterminar la especie en 1928. Afortunadamente, a apartir de los bisontes que existÃan en parques y zoos, se pudo introducir posteriormente en Bialowieza, donde hoy viven en estado salvaje.
Rompiendo con la imagen del bisonte americano atravesando interminables praderas, el bisonte europeo está estrechamente ligado a las masas forestales, aunque evitan formaciones densas y prefieren la alternancia de claros herbáceos con zonas de arbolado.
Este entorno es del que disponen los bisontes del Parque faunÃstico Lacuniacha. Acompañando al pasto puedes ver varias agrupaciones de cerezo silvestre, espino albar, abedul y algunos pinos silvestres. Este hábitat proporciona alimento herbáceo y leñoso al bisonte, asà como abrigo y zona de descanso.