Sin duda una de las estancias más llamativas del castillo es este dormitorio, no solo por el artesonado del techo y la famosa leyenda de que era un techo giratorio, si no por el acierto con el que se ha decorado la estancia, que evoca perfectamente un dormitorio de la época de Eugenia de Montijo, personaje íntimamente ligado a la historia del castillo y a su conservación.