De gran devoción popular, cada año se suelen formar grandes colas en esta explanada para rendir homenaje a Nuestra Señora de las angustias. La Bajada de las angustias supone una interesante ruta para pasear desde el Casco Antiguo hasta las orillas del Júcar y el Recreo Peral, siendo la subida un tanto fatigosa por lo sinuoso y empinado del camino, sin embargo merece la pena perderse por estas calles adaptadas a la peculiar orografía conquense.