De origen románico, la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel sufrió profundas transformaciones en el Siglo XVI, cuando se construyó su característica torre mudéjar, así como en el XVIII, momento en el que se reorientó y amplió el edificio.
Debido al mal estado de las bóvedas el templo tuvo que ser cerrado en el año 2013. En la actualidad se encuentra a la espera de una rehabilitación que permita su reapertura.