La Plaza de San Pablo, en Valladolid, congrega un conjunto de edificios, los llamados "sitios reales" en siglos pasados, que la constituyen, desde el punto de vista artístico, en uno de los lugares más señeros de la ciudad de Valladolid: Palacio Real, Palacio de los Pimentel y, sobre todo, el magnífico retablo en piedra que representa la fachada de la Iglesia Conventual de San Pablo.