Es el accidente orográfico más acusado de la Región de Peñas extendiéndose desde el río Tabaza hasta el comienzo de la ría de Aboño, con una longitud de unos 7 km., situados entre los concejos de Carreño y Gijón. El Monte Areo fue durante la prehistoria un importante territorio funerario para las sociedades neolíticas instaladas en el segmento territorial que abarca la región de Peñas y parte de la Cuenca Central Asturiana.
Ha sido declarado bien de interés cultural (26/06/1997), por ser un área de elevado interés arqueológico. Intentaremos recrear la forma de vida de aquellas personas que habitaban por aquel entonces nuestros valles, a qué se dedicaban, como subsistían, como honraban a sus muertos con los monumentos funerarios...
El Areo semeja un fabuloso arco natural desde la punta de Torres, abarca y limita del Este al Suroeste, el territorio del viejo Carrenius, nuestro Carreño actual. Es una altiplanicie sorprendente, rota únicamente por el relieve de algunas cotas y altozanos en medio de tan increíbles llanuras, que hicieron pensar a personajes eminentes como Guillermo Schulz, autor del Mapa Topográfico de Asturias (1968), que algunas pudieran ser obra humana "niveladas artificialmente".