Esta combinación ha dado vida a un restaurante único y peculiar de cocina sencilla, rica y llena de connotaciones. Donde se recuperan los platos típicos de la zona, como el cabrito lechal, las migas y las fabes, que se mezclan a platos nuevos realizados cada fin de semana, aprovechando los productos de temporada y la imaginación y el saber hacer de Mari.
Por el “Rey de Patones” han pasado los hijos de Mari y Manolo, Paco Y Manolo, cuya poliédrica personalidad ha regalado alegría y vitalidad, y ahora Emili, hija de Mari y Manolo, heredera de esta noble tradición gastronómica, está dispuesta a perpetuar el “Rey de Patones” con su buen servicio, sus aportaciones en la repostería casera y su carta de vinos, elegidos con extrema atención para que conjunten perfectamente con las exquisiteces que prepara Mari.