Esta carretera de montaña en el corazón de la Serranía de Cuenca bordeando el Río Escabas nos recuerda el impacto negativo que puede tener la actividad humana en la naturaleza, ya que hace algunos años fue el escenario de un terrible incendio forestal que ha arruinado parte del encanto de la misma por la zona del Puente Romano de Poyatos, que tras 1.500 años sigue en pie, situado en el punto donde el barranco de Poyatos se une con el río Escabas. En la zona hay diversas áreas recreativas, como la de Lagunillos, un camping y un campamento.
Este tramo se conserva intacto, suponiendo una agradable zona para pasear o montar en bicicleta, lo que nos permitirá avistar algún corzo que se acerca al río a beber al atardecer. De interés es también en otoño la época de Berrea, dada la proximidad con el Parque del Hosquillo y el nacimiento del Río Cuervo.