Molinos de Papel es otro de los lugares interesantes en la carretera de Palomera. Merece la pena hacer un alto para contemplar su curiosa iglesia de estilo Neorrománico, que data de 1896, y las ruinas de las antiguas fábricas de papel de la era industrial que dan nombre al pueblo. Tal vez paseando por su plaza nos encontremos con algún amable vecino o vecina que nos explique la historia de esta población, sugiriéndonos subir hasta el mirador, un sitio apacible desde el que se divisa la linea de chopos que flanquea el Río Huécar.