El otro día tuve la oportunidad de visitar esta maravillosa sidrería situada en Madrid y a la que tantas ganas tenía de ir por lo bien que me habló alguna gente de ella. Paseando por la Plaza de Callao y metiéndome por una de sus bocacalles, me encontré con este impresionante lugar y al que recomiendo que vaya todo el mundo porque no os va a defraudar en absoluto.
Se encuentra abierto todos los días excepto los lunes por descanso y tienen un horario bastante amplio tanto si decidimos ir de tapas al mediodía como para cenar en su agradable comedor. Su gran especialidad son: La fabada asturiana, las carnes preparadas de una manera muy especial y el arroz caldoso. Los precios de los platos no es que sean de lo más asequibles pero la calidad es incomparable con la de otros locales del mismo estilo y el cocinero un verdadero maestro en la cocina.
La atención a los clientes es de lo mejorcito que me encontré en la capital y siempre intentan que te encuentres como en tu propia casa. Si decidís ir de tapeo, podéis tomaros una rica sidra Trabanco a muy buen precio y con una tapa que os sorprenderá en todos los sentidos. Otra de las cosas que más me gustan de este local es su decoración interior. Es todo muy de estilo rústico y con productos típicos de Asturias colgados sobre las paredes donde también nos podremos encontrar con numerosas fotos de famosos que suelen ir a este lugar de vez en cuendo.
El comedor tiene una capacidad de unas 20 mesas y es muy acogedor y con la decoración muy bien trabajada y pensada. Si decidís ir a comer algún día, os diría que llamaseis con antelación para reservar una mesa porque siempre suele estar hasta arriba de gente.
En definitiva, si queréis disfrutar de una verdadera sidrería asturiana en pleno centro de Madrid, esta es una opción que no deberéis pasaros por alto.
Fuente: Comentario de un Cliente.