Si miramos hacia abajo desde el Ventano del Diablo, a lo lejos se aprecia el Río Júcar, que ha ido horadando la piedra formando estos cortados, escenario ideal para deportes de aventura, siendo aconsejable practicarlos con la preparación adecuada o guiados por alguna de las numerosas empresas de la zona que prestan sus servicios con guías especializados y material adecuado para prevenir riesgos.