El Castillo de Castilnovo es una sorpresa para el viajero. Ubicado en un lugar de ensueño, la fortaleza alza sus seis torres entre un bosque de álamos, chopos, encinas y sabinas. El estilo arquitectónico más destacado es el gótico-mudéjar, aunque se observan restos árabes, isabelinos y neoclásicos, configurando un conjunto ecléctico lleno de encanto.
El origen del castillo está todavía en la penumbra. Algunos investigadores opinan que se remonta al siglo VIII por obra de Abd-al Rahmán I, otros, sin embargo, se lo atribuyen a Almanzor (siglo X). Parece probado que Castilnovo responde a la necesidad de protegerse ante los primeros ataques cristianos del inicio de la Reconquista. El castillo es, por tanto, un testimonio arquitectónico del inicio de esta fundamental época histórica.
Lamentablemente, no quedan restos de época tan remota, y hay que remontarse a los siglo XII y XIII para datar los arcos apuntados de lado Oeste del Patio de Armas. Posteriormente, se fueron adosando las torres, primero las de la Solana, la Puerta y la Vieja, luego, las del Moro, Caracol y Alvaro de Luna.
Ya en el siglo XV, Castilnovo vivirá un período fundamental en su devenir. El rey de Castilla Juan II otorgó el castillo a su hombre de confianza, Alvaro de Luna. Ambicioso e inquieto, Alvaro de Luna dejará su impronta imborrable en el castillo transformando su fisonomía y estilo en un bello mudéjar que alterna la mampostería y el ladrillo. Durante la mayor parte de aquel siglo, el castillo de Castilnovo fue testigo de numerosos enfrentamientos nobiliarios. Finalmente, ya en tiempos de los Reyes Católicos, la fortaleza se convirtió en residencia palaciega.
Los mismos Reyes Católicos canalizaron la nueva orientación del castillo al otorgarlo a una sobrina como dote, instituyendo un mayorazgo en su coto. Así, entra en el patrimonio de los Velasco, Condestables de Castilla, que adaptaron el castillo al gusto de la época. La primera Condesa de Castilnovo fue Juliana de Velasco y Aragón en 1557.
En el siglo XIX, Castilnovo conoce a otro propietario que dejará huella en su estructura: José de Galofré, pintor catalán y secretario honorario de la reina Isabel II. Cuando cayó es sus manos, el castillo estaba al borde de la ruina debido al abandono. Galofré lo restauró siguiendo las preferencias estéticas de la época y las suyas propias. Realizó importantes cambios en la fachada norte y retocó muchas ventanas con un curioso “neo-mudéjar” que pasa desapercibido en el conjunto. Además, construyó el ala sur del Patio de Armas al estilo isabelino, cortando, de esta forma, el camino de ronda que unía las seis torres.
A principios del siglo XX, los Marqueses de Quintanar realizaron la última gran reforma arquitectónica del Castillo, a cargo del arquitecto Cabello. Retocó el patio con una arquería de estilo neoclásico y la fachada norte con una plataforma que eleva el acceso.
En la actualidad, Castilnovo vive un período de esplendor gracias a la iniciativa de un grupo de gente de recuperar su belleza y ver convertido el Castillo en un foco irradiador de cultura. Estos muros acogen a “CASTILNOVO” Asociación Cultural Hispano Mexicana que tiene como fin promover y difundir la cultura mexicana en España, profundizando en los vínculos existentes entre ambas culturas. Por ello, las salas de Castilnovo se decoran con bellas muestras de la cultura mexicana componiendo un espacio ecléctico.
Castillo Castinovo
Carretera Segovia, SG-205, km. 15 |
El Castillo de Castilnovo es una sorpresa para el viajero. Ubicado en un lugar de ensueño, la fortaleza alza sus seis torres entre un bosque de álamos, chopos, encinas y sabinas. El estilo arquitectónico más destacado es el gótico-mudéjar, aunque se observan restos árabes, isabelinos y neoclásicos, configurando un conjunto ecléctico lleno de encanto.
El origen del castillo está todavía en la penumbra. Algunos investigadores opinan que se remonta al siglo VIII por obra de Abd-al Rahmán I, otros, sin embargo, se lo atribuyen a Almanzor (siglo X). Parece probado que Castilnovo responde a la necesidad de protegerse ante los primeros ataques cristianos del inicio de la Reconquista. El castillo es, por tanto, un testimonio arquitectónico del inicio de esta fundamental época histórica.
Lamentablemente, no quedan restos de época tan remota, y hay que remontarse a los siglo XII y XIII para datar los arcos apuntados de lado Oeste del Patio de Armas. Posteriormente, se fueron adosando las torres, primero las de la Solana, la Puerta y la Vieja, luego, las del Moro, Caracol y Alvaro de Luna.
Ya en el siglo XV, Castilnovo vivirá un período fundamental en su devenir. El rey de Castilla Juan II otorgó el castillo a su hombre de confianza, Alvaro de Luna. Ambicioso e inquieto, Alvaro de Luna dejará su impronta imborrable en el castillo transformando su fisonomía y estilo en un bello mudéjar que alterna la mampostería y el ladrillo. Durante la mayor parte de aquel siglo, el castillo de Castilnovo fue testigo de numerosos enfrentamientos nobiliarios. Finalmente, ya en tiempos de los Reyes Católicos, la fortaleza se convirtió en residencia palaciega.
Los mismos Reyes Católicos canalizaron la nueva orientación del castillo al otorgarlo a una sobrina como dote, instituyendo un mayorazgo en su coto. Así, entra en el patrimonio de los Velasco, Condestables de Castilla, que adaptaron el castillo al gusto de la época. La primera Condesa de Castilnovo fue Juliana de Velasco y Aragón en 1557.
En el siglo XIX, Castilnovo conoce a otro propietario que dejará huella en su estructura: José de Galofré, pintor catalán y secretario honorario de la reina Isabel II. Cuando cayó es sus manos, el castillo estaba al borde de la ruina debido al abandono. Galofré lo restauró siguiendo las preferencias estéticas de la época y las suyas propias. Realizó importantes cambios en la fachada norte y retocó muchas ventanas con un curioso “neo-mudéjar” que pasa desapercibido en el conjunto. Además, construyó el ala sur del Patio de Armas al estilo isabelino, cortando, de esta forma, el camino de ronda que unía las seis torres.
A principios del siglo XX, los Marqueses de Quintanar realizaron la última gran reforma arquitectónica del Castillo, a cargo del arquitecto Cabello. Retocó el patio con una arquería de estilo neoclásico y la fachada norte con una plataforma que eleva el acceso.
En la actualidad, Castilnovo vive un período de esplendor gracias a la iniciativa de un grupo de gente de recuperar su belleza y ver convertido el Castillo en un foco irradiador de cultura. Estos muros acogen a “CASTILNOVO” Asociación Cultural Hispano Mexicana que tiene como fin promover y difundir la cultura mexicana en España, profundizando en los vínculos existentes entre ambas culturas. Por ello, las salas de Castilnovo se decoran con bellas muestras de la cultura mexicana componiendo un espacio ecléctico.
Tel: | 921531133 |
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