El centro neurálgico de Toledo y centro de la vida de la ciudad, se trata de un punto de referencia tanto para el turista como para los toledanos. La plaza ha sido testigo de todas las épocas y pueblos que se asentaron en la ciudad. Los romanos la ocupaban como espacio defensivo de la muralla por la única puerta de acceso a la ciudad de entonces en el Arco de la Sangre y los árabes la convirtieron en “mercado de bestias”, que es el actual significado de su nombre.
En ella se han celebrado corridas de toros, ejecuciones de la Inquisición, justas y todo tipo de disputas hasta convertirse, ahora, en centro vital de la capital de Castilla-La Mancha, rodeada de cafés, restaurantes, negocios y ser un lugar de obligada estancia para el visitante.