En este lugar, en su origen medieval y románico, asienta el Museo de Arte Religioso de Atienza. De su antigua fábrica románica sólo queda el ábside, construido en oscuro sillar. Es de planta semicircular, adornado de delgadas columnas adosadas que terminan en capiteles de decoración foliácea, recorriéndose el ábside de sencilla imposta decorada con trazos geométricos, y abiertas dos ventanas muy delgadas y altas, con pequeños capiteles ornados de hojas de acanto. El resto del templo fue reconstruido en el siglo XVI. En el muro de mediodía se abre una portada de estilo plateresco, formada por arco de medio punto con decoración de rosáceas y flanqueada por sendas pilastras cubiertas de grutescos y rematadas en flameros. En el muro de poniente hay otra sencilla puerta, obra del siglo XVII, con buena guarnición de clavos de forja.