El Mundo Heredado. Islam y Tierra Santa.
La imagen del mundo en el que vive y viaja san Francisco puede ser la de un ámbito tripartito en torno al Mediterráneo. Un mundo que puede ofrecer estímulos pacíficos en los que florece la vida del espíritu y mejoran las condiciones de vida. Tras una conversión íntima y profunda, san Francisco de Asís rechaza las vanidades del mundo y se aleja del estilo de su clase social para orientar su experiencia en la pobreza y la predicación, buscando una nueva evangelización que tenía por meta las tierras del islam, en especial Marruecos y Egipto, además de Tierra Santa.
No obstante esta situación de calma tensa, no se habían cercenado los canales comerciales entre oriente y occidente. Estas relaciones eran fructíferas en la Península Ibérica, y en concreto en Santiago de Compostela, donde el intercambio de mercancías y manufacturas entre cristianos y musulmanes existía desde la época del Califato de Córdoba.