Cuando es un buen año de lluvia esta cascada presenta un aspecto bien distinto al de la imagen. A pesar de la sequÃa uno se puede hacer una idea de la belleza de esta cascada. Muy recomendable también en invierno, cuando se congela, aunque hay que tener mucha precaución con la difÃcil carretera de acceso debido a las placas de hielo. No en vano este lugar ha sido declarado Monumento Natural en 1999 y uno de los rincones más tÃpicos de Cuenca.