Calle del Serrano Medina, 2, 19250 Sigüenza, Guadalajara; España
Se cierra este recinto por magnÃfica reja de hierro forjado del siglo XVII, a expensas del prelado fray Pedro González de Mendoza (1623-1639), hijo del prÃncipe de Éboli y Ana de Mendoza, duques de Pastrana. Fue ejecutada por los maeses Francisco MartÃnez y Domingo de Zialceta, rejero vascongado, que la forjaron en el breve tiempo de cuatro años, quedando colocada a mitad del año 1633. Cinco años después se pintó y doró, adicionándole el Calvario que hoy tiene por coronación y que ejecutó maese Juan RodrÃguez Soberal. Se escolta desde el transepto por los dos famosos púlpitos de alabastro: el gótico-flamÃgero de la EpÃstola, o antiguo «predicatorio», del siglo XV, trazado por Rodrigo Alemán, pues en el año 1496 se queja de que se hiciera de alabastro por el maestro aragonés Gaspar. En su frente se representa la Virgen sobre nave con San Jorge y Santa Elena, alusivos a los tÃtulos de don Pedro González de Mendoza (14681495); y el plateresco del Evangelio, siglo XVI, verdadera obra maestra del seguntino MartÃn de Vandoma, que lo cinceló, con escenas de la Pasión, en el breve tiempo de diecisiete meses, y a los lados del presbiterio se levantan algunos enterramientos de obispos y personajes relacionados con la catedral. En el muro de la EpÃstola, sobre la puerta de la nave absidal, el de don Alonso Carrillo de Albornoz, cardenal de San Eustaquio (1424-1434), que murió en Basilea en 1434, durante la celebración del famoso concilio de este nombre, en el que ejerció tanto influjo que, mientras él vivió, los pareceres se mantuvieron unánimes, y se dividieron al ocurrir su muerte. Cuando la nueva llegó a Castilla, estando D. Juan 11 de Castilla (1406-1454) con su corte en Medina del Campo, dice la «Crónica» de Fernán Pérez de Gúzman (1376-1458):
Interseccion Altar Mayor y Coro
Calle del Serrano Medina, 2, |
Calle del Serrano Medina, 2, 19250 Sigüenza, Guadalajara; España
Se cierra este recinto por magnÃfica reja de hierro forjado del siglo XVII, a expensas del prelado fray Pedro González de Mendoza (1623-1639), hijo del prÃncipe de Éboli y Ana de Mendoza, duques de Pastrana. Fue ejecutada por los maeses Francisco MartÃnez y Domingo de Zialceta, rejero vascongado, que la forjaron en el breve tiempo de cuatro años, quedando colocada a mitad del año 1633. Cinco años después se pintó y doró, adicionándole el Calvario que hoy tiene por coronación y que ejecutó maese Juan RodrÃguez Soberal. Se escolta desde el transepto por los dos famosos púlpitos de alabastro: el gótico-flamÃgero de la EpÃstola, o antiguo «predicatorio», del siglo XV, trazado por Rodrigo Alemán, pues en el año 1496 se queja de que se hiciera de alabastro por el maestro aragonés Gaspar. En su frente se representa la Virgen sobre nave con San Jorge y Santa Elena, alusivos a los tÃtulos de don Pedro González de Mendoza (14681495); y el plateresco del Evangelio, siglo XVI, verdadera obra maestra del seguntino MartÃn de Vandoma, que lo cinceló, con escenas de la Pasión, en el breve tiempo de diecisiete meses, y a los lados del presbiterio se levantan algunos enterramientos de obispos y personajes relacionados con la catedral. En el muro de la EpÃstola, sobre la puerta de la nave absidal, el de don Alonso Carrillo de Albornoz, cardenal de San Eustaquio (1424-1434), que murió en Basilea en 1434, durante la celebración del famoso concilio de este nombre, en el que ejerció tanto influjo que, mientras él vivió, los pareceres se mantuvieron unánimes, y se dividieron al ocurrir su muerte. Cuando la nueva llegó a Castilla, estando D. Juan 11 de Castilla (1406-1454) con su corte en Medina del Campo, dice la «Crónica» de Fernán Pérez de Gúzman (1376-1458):
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