El Mundo Heredado. Occidente.
La imagen del mundo en el que vive y viaja san Francisco puede ser la de un ámbito tripartito en torno al Mediterráneo. Un mundo que puede ofrecer estímulos pacíficos en los que florece la vida del espíritu y mejoran las condiciones de vida. Tras una conversión íntima y profunda, san Francisco de Asís rechaza las vanidades del mundo y se aleja del estilo de su clase social para orientar su experiencia en la pobreza y la predicación, buscando una nueva evangelización que tenía por meta las tierras del islam, en especial Marruecos y Egipto, además de Tierra Santa.
El Occidente cristiano, sin embargo, no era un ámbito cultural y espiritual vertebrado y pacífico: a principios del siglo XIII se mantenían en el sur de Francia determinados reductos de herejía, y tras la experiencia desastrosa de la cuarta cruzada y el saqueo de Constantinopla (abril de 1204), no parecía que pudiera madurar en el horizonte la idea de una nueva convocatoria para recuperar los Santos Lugares.